El caso Dhiler
La novela policial del escritor Alberto Aguyaro trata un conflicto actual y polémico como lo es la corrupción en todos los ambitos de la sociedad.
"El caso Dhiler" es una historia apasionante ambientada en la zona de Zárate y Campana con el lenguaje coloquial de nuestra gente y la geografía de la región ribereña.
La novela "El caso Dhiler" no es el típico policial sino que vemos agregado en su texto a la novela negra y la policial inglesa, aunque trastocando ambos estilos rompe con lo tradicional para adentrarse en el enigma.
Alberto Aguyaro narra una historia ficcional que se zambulle en la corrupción, la ambición ilimitada y la ruptura de la cultura del trabajo, reemplazada por un todo vale que lleva hasta el crimen.
Aquí es una de las víctimas quien tomará de un modo diferente la justicia en sus manos.
La novela "El caso Dhiler" se encuentra a la venta en:
Librería Juanele -Andrade Nº 59 - Zárate
Librería Biblos - Av. Rivadavia y Estrada - Campana
y en kioscos de revistas de la zona y de Capital y gran Bs. As.
para comunicarse con el autor: albertoaguyaro@hotmail.com
![]()
![]()
A continuación les entregamos fragmentos de la novela:![]()
![]()
"Durante los minutos escasos que duró aquella emboscada en los que vi al motociclista apuntar el arma hacia el vehículo, pude cubrir con mi cuerpo al bebé y mantenerlo apretado hasta que dejamos de dar vueltas. Cómo pudo ese hombre, que se decía amigo de mi esposo y que días antes estrechara mi mano al presentarnos en un supermercado de Zárate, buscar ansioso la figura de Mauricio y dispararle a sangre fría…" (Cap. 1, pág. 12)
"Ya no era costumbre guardar luto riguroso como lo llevaban estoicamente nuestras abuelas. Años vistiendo de negro y llorando por los rincones y luego aminorando el dolor con el medio luto y vestidos grises. A mí, el dolor me pasaba por otro lado. Respetar la memoria de Mauricio, después de varios años, no era dejar de vivir o tirarme en la cama a llorar a moco tendido y ensimismarme en la negación al amor. Qué podían saber las que me injuriaban, sobre mis necesidades. Necesitaba caricias en mi alma maltrecha y eso encontré en Gabriel, con sus palabras, su compañía…" (Cap. 30, pág. 140)
"Mi padre terminaba de podar la parra del patio en una mañana helada de invierno y mientras recogía las ramas secas cayó al suelo fulminado por un ataque al corazón. Así de simple, así de trágico. No tuvo tiempo de sufrir ni de verse deteriorado como lo padeció al ver a otros parientes atacados de enfermedades inmundas y crueles…" (Cap. 34, pág. 158)
"Gramajo comenzó a cargarse de enemigos y eso lo fastidiaba. No quería andar escapando como antes. Recordó tiempos remotos donde debió sacudirse a varios antes de vivir en esta ciudad. A uno, le pegó un tiro en la sien cuando descubrió la traición. Lo dejó abandonado en el zanjón todo un día para cubrirlo con cal viva a la noche. A otro le cortó un dedo de la mano de un cuchillazo certero cuando le señaló algo sobre la mesa en una discusión por dinero robado. Lo anduvieron buscando por cielo y tierra y debió ocultarse en casa de su amante sin salir del sucucho inmundo por varios días hasta que se le ocurrió cambiar de aires. Fue allí cuando vislumbró en Zárate su nuevo hogar. Descubrió la ciudad de manera casual y nunca se alejó de su ribera. Conocer a Almada era historia, también, de la casualidad. Coincidió con él una madrugada en un cabaret del bajo. En una revuelta en la que Almada se vio involucrado, Gramajo salió en su ayuda partiendo una botella en la cabeza del agresor y les quedó el conocimiento que luego los tendría como socios en las trampas…" (Cap. 36, pág. 168)
"La noche pasaba lenta. Destellos intermitentes de luces veladas mantenían el dormitorio en penumbras. La tormenta eléctrica con sus refucilos estremecedores se filtraba por las hendijas de la ventana y a través del paño de la cortina reflejaba claroscuros. Imágenes difusas, fantasmales. Un lejano golpeteo incesante del motor de los areneros que bajaban por el Paraná la mantuvo pensativa…" (Cap. 41, pág. 190)
contacto con el autor: albertoaguyaro@hotmail.com
El portal de Zarate: www.enzarate.com